miércoles, 19 de septiembre de 2012
La historia de Bethany: como enfrento sus miedos
Para Bethany Hamilton no fue fácil regresar al mar. Pues cuando tenía 13 años de edad, fue atacada por un tiburón tigre. Este le arranco el brazo izquierdo. Bethany salio con vida de este percance, a pesar de que perdió mucha sangre. Ella estaba tranquilamente acostada sobre su tabal de surf cuando sintió un tiron en el brazo.
Con todo esto Bethany decidió enfrentar al mar otra vez y aprendió a nadar con un solo brazo. Después regreso a surfear. Algo que muchas personas no lo intentarían.
Cuando algo doloroso nos sucede. Nuestro instinto de preservación se activa. Muchas personas aunque están pasando por un momento muy grave parecen no sentirlo, pues el cerebro segrega sedantes. A veces incluso hay personas que olvidan los detalles de un accidente. Esta es una manera en que el cuerpo evita traumas y daños sicológicos.
Es obvio que cuando tenemos un mal recuerdo evitamos acercarnos al lugar o lugares que nos recuerden un accidente o pérdida. En el caso de Bethany es lógico que instintivamente no quisiera regresar al mar nunca más. Eso significaba regresar al lugar donde fue atacada.
Yo creo que alguien la estimulo a enfrentar de nuevo al mar y ha no renunciar a su deporte favorito: el surf.
Yo creo que esto aplica a nosotros, si en algún momento de nuestras vidas queremos renunciar a lo bueno que nos ofrece la vida por una perdida o un accidente. Es como un amigo que recientemente perdió a su mascota, ya no quería tener más. Renunciar a tener momentos de felicidad con una mascota solo porque la anterior murió, es renunciar a las cosas que esta vida nos ofrece.
En ese caso hay que aceptar que las mascotas pueden morir o sufrir un accidente. Y aceptar el riesgo.
En el caso de Bethany, es muy parecido, el mar es un lugar hermoso y muy tranquilizante. Y los que practican el surf hallan mucho placer en ello. Pero hay que aceptar que existen peligros propios en ese deporte y que hay animales amenazantes. Y si se extreman las precauciones hay pocos accidentes
Cosas malas pueden pasar donde sea. Incluso si no se sale de casa, uno se puede accidentar.
Cuando uno acepta las cosas. Solo queda seguir adelante y no paralizarse por el miedo,
Por los malos recuerdos. Malas personas, accidentes,etc . No hay que perderse las cosas buenas que la vida nos ofrece.
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