sábado, 19 de octubre de 2013

El dolor de la traición

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Muchos delincuentes antes de asaltar o de causar algún daño a las futuras víctimas. Se drogan o alcoholizan. Esto lo hacen para entrar en un estado donde puedan ser agresivos y no sentir culpa. Y por lo regular son personas que son  alcohólicos o drogadictos. Pues evitan los sentimientos de culpa o remordimiento. Y prefieren estar en un estado efusivo, alegre.

Es por eso que el traidor(a)  son personas aun mas frías que muchos criminales o delincuentes. Pues ellos no se ocultan en sustancias para acallar su conciencia o para evitar caer en remordimientos. La traición es algo que se prepara  con tiempo.

Es como una semilla. Que tiene que tiene que atravesar por varios procesos para convertirse en un árbol. La traición tuvo que atravesar por varios procesos de maduración. En muchos casos se tuvo que entretejer una telaraña de engaños, mentiras, medias verdades, ocultar información y hasta se pudo usar a otras personas para encubrir. Todo eso tomo tiempo, tomo esfuerzo.


El traidor(a) carga por mucho tiempo en su mente lo que está a punto de hacer. Sabe lo que va a ocasionar y el daño sobre quién va a caer.  Si algo se les puede reconocer a los traidores(as) es que cargan en su mente toda una lista de las mentiras y medias verdades que han dicho y se cuidan de no ser descubiertos. Por eso deben ser cuidadosos de no contradecirse en lo que dicen.

El traidor(a)  a diferencia de un delincuente. Es alguien que está en nuestra vida. Es alguien conocido por nosotros. Bien puede ser una persona con la cual invitamos a comer,  alguien con quien nuestros hijos jugaron, un líder espiritual, un hermano(a).  En fin es una persona que es cercana y en ocasiones demasiado cercana.

Y ese tipo de personas son las que pegan más duro pues son las que más cosas conocen de uno. Y claro son de los que menos uno habría de esperar una traición.
Cuando el traidor(a) se revela como tal. Es para dar el golpe final. Cuando dejan de esconderse es porque van a descargar todos los misiles que tienen contra nosotros. Entre las peores traiciones que se pueden sufrir están en las familias, grupos religiosos, entre esposos.

Porque es allí donde se supone uno está protegido. O acude uno por protección. Y es allí donde tienen más conocimiento de uno (que después es usado en nuestra contra).


Después de la traición solo queda el dolor, la amargura y mucha… mucha desilusión.
Por lo regular el traicionado(a) no solo debe cargar con el dolor y la desilusión. También está la culpa, el reproche de uno mismo. Se culpa uno por haber confiado demasiado. Por no haber sospechado.

Luego vienen unas ganas enormes de venganza. Empiezan a fluir mil ideas de cómo destrozar a la otra persona. Uno quiere verla sufrir o verla pidiendo perdón de rodillas. Es una etapa muy dura.  Y uno corre el peligro de convertirse en algo que uno no es. 

Realmente la presión es enorme. Y volver a confiar es un paso muy duro. El peligro de quedarse encerrado en una cueva de desilusión y amargura con deseos de venganza es muy grande y pocas personas  salen de allí.

La cuestión que además del primer daño, el haber sido traicionado(a) se le sumaria un daño mayor.  Quedarse encerrado entre la amargura, auto-compasión, lleno de deseos de venganza. Y volverse una persona solitaria.

Se dejan de disfrutar de muchas cosas en la vida. Y eso es algo que nadie merece. Mucho menos una persona que fue víctima de traición.

Se ocupa mucha fuerza para poderse levantar. Y muchas veces es algo que sin ayuda se hace. (muchas veces la familia y amigos se alejan de uno o fueron puestos en nuestra contra)  Claro la persona que lo logra muestra una gran fortaleza. Pero cuidar que las cicatrices no se vuelvan a abrir y no privarse de volver a confiar en alguien, de disfrutar de la vida.  Es una tarea diaria. como una mini-pelea con uno mismo. pues uno no quiere volver a socializar. 

uno no quiere volver a emprender otro negocio. no quiere embarcarse en otra aventura. no quiere uno amar a otra persona. no quiere uno saber de Dios.  es un estado de negación del cual uno debe echar fuerzas para salir de allí. 

Escrito por mercc para seguir creciendo.



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