miércoles, 1 de marzo de 2017
Cuando no se sabe sobreponerse a la Frustración
Todos experimentamos frustración. Desde bebes, por ejemplo cuando pedimos leche y nos hacen esperar o cuando queremos que nos carguen y no lo hacen.
Cuando vamos creciendo seguimos experimentamos frustración de niños queríamos un juguete pero no nos lo compraron, lloramos, hicimos berrinche y al ultimo nos aguantamos. en esos momentos nuestros padres nos enseñan que hay cosas que no podemos tener. y que no los podemos chantajear ni manipular...
Bueno eso es en condiciones normales y saludables.. Pero existen padres que evitan que sus hijos sientan frustración y les compran todo lo que piden, evitan que sufran o sientan que no pueden tener algo que les gusta. Por lo regular a este tipo de personas son caprichosas, tienen que obtener lo que quieren y los demás deben obedecer a sus caprichos.
Cuando no obtienen lo que quieren, por ejemplo: cuando una mujer no acepta ser su novia. Entran en una profunda crisis. Pues están acostumbrados a que siempre se salen con la suya.
Pueden recurrir a la violencia, chantaje,mentiras y un sin numero de mecanismos para salirse con la suya. La desesperación hace que las personas actúen de manera emocional sin controlar sus emociones y sus actos.
Una persona que no sabe sobreponerse a la Frustración es como una caja llena de material combustible se puede prender si algo no sale como quiere y es un peligro para si misma y para los demás. Pues muchas veces descargan su furia en las demás personas que los rodean.
Y es muy difícil ayudarlos pues es una conducta que aprendieron y practican desde niños. algo que fue motivada y alentada por sus padres. Pues vencer la Frustración no es algo de la noche a la mañana, mas bien es un carácter que se va formando y fortaleciendo conforme vamos creciendo.
Con perdidas y ganancias.. Con derrotas y victorias. Es como se va madurando. cuando se le evita a un niño a que experimente una perdida, una derrota o una Frustración solo se esta creando un adulto con problemas para afrontar la vida.
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